Se trata de una valores de inversión que el Banco Santander comercializó a sus clientes minoristas como una especie de plazo fijo que no tenía riesgos y con unos intereses más elevados para el cliente que los plazos fijos habituales, cuando en realidad eran unos valores o acciones que no eran para nada seguros, puesto que el valor de las acciones podía fluctuar según el mercado.
Al convertirse el capital prestado en valores o participaciones, los clientes perdieron más de la mitad de su dinero, causando evidentes perjuicios que no se correspondían con el atractivo producto que les habían vendido de forma más que engañosa.
Nuevamente, dichos productos se comercializaron sin que concurrieran los más mínimos requisitos de transparencia y claridad informativa que exige la Ley,orologi replica ignorando en la mayoría de las veces que los clientes a quienes se ofreció eran minoristas y no cumplían con el perfil de inversor de riesgo que requería este producto financiero.
Al convertirse el capital prestado en valores o participaciones, los clientes perdieron más de la mitad de su dinero, causando evidentes perjuicios que no se correspondían con el atractivo producto que les habían vendido de forma más que engañosa.
Nuevamente, dichos productos se comercializaron sin que concurrieran los más mínimos requisitos de transparencia y claridad informativa que exige la Ley,orologi replica ignorando en la mayoría de las veces que los clientes a quienes se ofreció eran minoristas y no cumplían con el perfil de inversor de riesgo que requería este producto financiero.